Groucho Marx, palabras más palabras menos, dice que en el amor la emoción de la cacería se pierde cuando la presa se entrega.
Tan certero, el célebre personaje señala con humor un rasgo distintivo humano, demasiado humano: el instinto de cazador que muere por conseguir presas huidizas, enamorado del olor que desprenden al correr, llenas de vida. Por otro lado, encontrar a una presa a la que no es necesario perseguir, parece recordarle el olor de un animal que si no corre es porque está muerto; le hace extrañar la persecución agotadora, que lo hacía despertar pensando que al día siguiente la atraparía.
Ah! la adrenalina que procura correr, esconderse, atrapar… No dudo de la emoción que provoca, pero me pregunto si la persecución, como fin, no reduce a la persona a una presa, a una presa cuyo encanto acaba al momento de tenerla y si acaso la ilusión de tenerla no es tanto como confundirla con un objeto al que es posible poseer.
No creo que sea posible tener a una persona; es posible convivir, expandirse en su compañía, pero asegurar que nos pertenece sólo puede conducir a estados alterados como que retrata Luis Buñuel en su película Él.
Difícil resulta conocer a una persona en su totalidad, develando todos sus misterios y no sé hasta qué punto sea deseable, pero aún ello no implica su tenencia. Cierto es para mí, que tal posibilidad se debe a la confusión de identificar el propio ser con el exterior y en el exterior identificar a las personas con cosas dignas de perseguirse hasta que se entregan, momento en el cual, como niños, botaremos el juguete nuevo que nos aburrió.
Personalmente, la emoción no radica en la cacería sino en el ir y venir de la comedia humana, que ya con eso es suficiente.
Tan certero, el célebre personaje señala con humor un rasgo distintivo humano, demasiado humano: el instinto de cazador que muere por conseguir presas huidizas, enamorado del olor que desprenden al correr, llenas de vida. Por otro lado, encontrar a una presa a la que no es necesario perseguir, parece recordarle el olor de un animal que si no corre es porque está muerto; le hace extrañar la persecución agotadora, que lo hacía despertar pensando que al día siguiente la atraparía.
Ah! la adrenalina que procura correr, esconderse, atrapar… No dudo de la emoción que provoca, pero me pregunto si la persecución, como fin, no reduce a la persona a una presa, a una presa cuyo encanto acaba al momento de tenerla y si acaso la ilusión de tenerla no es tanto como confundirla con un objeto al que es posible poseer.
No creo que sea posible tener a una persona; es posible convivir, expandirse en su compañía, pero asegurar que nos pertenece sólo puede conducir a estados alterados como que retrata Luis Buñuel en su película Él.
Difícil resulta conocer a una persona en su totalidad, develando todos sus misterios y no sé hasta qué punto sea deseable, pero aún ello no implica su tenencia. Cierto es para mí, que tal posibilidad se debe a la confusión de identificar el propio ser con el exterior y en el exterior identificar a las personas con cosas dignas de perseguirse hasta que se entregan, momento en el cual, como niños, botaremos el juguete nuevo que nos aburrió.
Personalmente, la emoción no radica en la cacería sino en el ir y venir de la comedia humana, que ya con eso es suficiente.
6 comentarios:
Hi Ana! mi nombre es Yebrá, me hiciste recordar momentos de 4 años atrás con tú divertido post,, ja!
Saludos desde la urbes tapatias!
badresolution.blogspot.com
Creo que como hombre, debo decir que la cacería es bien divertida je je je
Creo que como hombre, el ser cazado no es algo a lo que me acostumbrare pronto, quiza por que no estoy acostumbrado y no es que no me haya pasado... es solo que no es taan comun en mi circulo social y cuando sucede prefiero evitarlo.
Me es mas divertido cazar. Y a la vez me da hueva, es muy cierto que si juegas un juego te atienes a las consecuencias de el, como el terminar siendo el objeto de alguien, en el mejor de los casos, el objeto de un deseo.
Por otro lado creo que en mi caso, la comedia humana me es un poco... preocupante, sera por que tal vez no me gustaria teminar dañando a alguien en este juego.
Creo que lo que llamas "comedia humana" para mi es mas bien como un Carrousel en el que uno de los caballitos no sabe que esta en peligro de ser gravemente mordido por una o alguna de las quimeras que no conocen el "fair play".
Creo que el error del ser humano es creer que se puede tener (poseer). La realidad es que no nos damos cuenta en esto de la caza que el que puede terminar siendo presa somos nosotros.
Ahora, claro que tiene su alguito el estira y afloja...
Salud(os)!
en las culturas precolombinas los niños eran pintados de color rojo con sangre de venado hembra, entonces cantaban a grito pelado para que los redimieran de los impuestos... chale, creo me equivoqué de blo
en fin
besos
Muy cierto es bien divertida la cacería, pero también es cierto que uno se puede llegar a cansar si no ve resultados. Todo es un juego de estira y afloja.
Yebra, es que hace 4 años estabas de cazador cazado? jaja, saludos ;-)
Leliel, no entendí ni j, pero con la comedia humana, me refería a Balzac.
Profis, hasta me recordaste una canción ranchera, jajaja y muy de acuerdo contigo, tiene su alguito, siempre que, según yo, la persecución no sea el fin por sí misma.
Isteri, jajaja... ya fúmele menos! Beso ;-)
Falcón: Claro, por eso decía que la presa entregada apesta a muerto, jajaja... Saludos
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