viernes, diciembre 17

LAS EDADES DEL CINÉFILO

Cinéfilo: especie que ama el cine, ve tantas películas como puede, las analiza, se divierte, reflexiona, se ve a sí mismo y/o a los demás a través del celuloide. Lo vive y respira, no podría hacer otra cosa. Tarde o temprano se dará cuenta que, como decía Tarkovski, está experimentando el privilegio sentir como vida propia lo que se está desarrollando en la pantalla.

Ama el cine, sí, y su amor es la constante durante las etapas que atravesará hasta convertirse en un cinéfilo mayor. ¿Cuáles son esas etapas? Aquí les dejo unas ideas:

Cinéfilo infante: Le gusta el cine y lo devora. Ve toda la cartelera comercial y una que otra rentada. Se rige bajo los estándares hollywoodenses y critica con la misma vara a todas las películas. Se deja guiar por los actores, no por los directores: 'la nueva de Michael Douglas'. Es un entusiasta.

Cinéfilo adolescente: Por casualidad se topó con Tarantino y/o Jororowsky y/o Greenaway y/o Reygadas y/o cualquier otro transgresor y sintió la luz de la verdad frente a sus ojos. Desprecia profundamente las porquerías que hace Hollywood, prefiere ver cine de arte (así le dice él) para gente culta y entendida. Aunque ha visto una o dos películas de los mencionados directores, siente que lo sabe todo. Vio el séptimo sello y les dice a sus amiguitos que ve 'otro tipo de cine' y aunque no lo entiende, lo alaba. En los 90's vio Pulp fiction y sostuvo que se trataba del no-va-más del cine; en 2003 y 2004 vio Kill BIll 1 y 2 hasta rabiar. Compró una espada en un ataque de fanatismo. Cuando vio el topo, se supo en la cima de la pirámide intelectual respecto de todos sus conocidos. El cinéfilo adolescente puede llegar a ser muy arrogante al grado de auto denominarse orgullosamente snob. Es duro de roer y resulta difícil sostener una charla con él: todo lo sabe, todo lo ha visto. A todos, cinéfilos y no, les vomita sus amplísimos conocimientos en la materia, ante la más mínima provocación. Presume (falsamente) que desde muy my niño comenzó a ver todo Fellini o que vio El discreto encanto de la burguesía cuando iba en la primaria y le encantó. Lamentablemente, muchos cinéfilos nunca en su vida evolucionan y continuan siendo adolescentes hasta el fin de sus días.

Cinéfilo maduro: Es un tipo disciplinado que se esfuerza por conocer el trabajo completo de los directores que le gustan, para tener la satisfacción de conocer sus distintas etapas. No presume. Cuando le preguntan, responde sin arrogancia. Invariablemente, su interlocutor notará el gran amor que tiene por el cine. Si está rodeado de cinéfilos, puede descocerse en una extensísima plática, sino, no pretende lucirse ante nadie. Sabe que la cinefilia es muy similar a la alimentación: el buen cine  es como un filete, los placeres culpables y comerciales son como una hamburguesa. Así que uno puede comer en su mayoría jugosos filetes, pero de vez en cuando se antoja una hamburguesa. Pero una buena, no de las que trasmiten tifoidea. Si algo del llamado 'circuito de arte' no le place, lo dice y lo sostiene con fundamentos. No alaba por seguir a la manada. Reconoce que Hollywood ha hecho cosas espantosas, pero también le ha dado grandes momentos de gloria al cine. Está abierto a ver cine de todo el mundo y conserva la capacidad de sorprenderse. 

Cinéfilo viejito: Si contaba con una banda cinéfila, probablemente todos a) estén jugando con sus nietos, o b) estén muertos. Sus gatos, únicos compañeros que se han mantenido fieles, no pueden acompañarlo al cine, así que el cinefilo solitario lleva una bolsa con whiskas a todas partes para sentir su compañía. Se une a las conversaciones ajenas en la fila, con la esperanza de formar un nuevo rat pack. Es completamente intolerante con la gente que osa hablar dentro de la sala antes de que empiece la función, pues para él equivale a estar echando desmadre en un recinto sagrado. Padece una suerte de neurosis feliz. 

¿Cuál eres?... ¿seguro? Próximamente subiré un test y lo verificaremos.

Gracias mis cinéfilos neuróticos, Pok y Carlos, por sus contribuciones para el presente post.

6 comentarios:

MIGUEL ANTONIO LUPIÁN SOTO dijo...

Maduro tirándole a viejito jojo

Montserrat Algarabel dijo...

Pues adolescente (por lo de engancharse con los transgresores, salvo Reygadas que ¡¡¡me choca!!!) mezclado con viejita (por lo de los gatos. Debiera haber salas que admitieran mascotas, como el Cine-Má de Cinemex, pero con gatitos).
Me encantó este post ;) Saluditos, n.

King Franco dijo...

muuy buenas las definiciones de cinéfilo.

Yo sinceramente soy todavía un infante, no conozco mucho de cine, debo admitir, pero me gusta verlo, que creo ya es un comienzo.

Julio Romano O. dijo...

Gustóme el artículo, si hay que ser francos. No estoy seguro, pero entiendo que a los que defines como "cinéfilos adolescentes" ahora les dicen "hipsters".

La Rumu dijo...

King: Sáltate la adolescencia! ;-)
Julio: Gracias y sí, el adolescente es un hipster, de esos que dan ganas de callar donde se les escuche hablar.

Grifit dijo...

Un poquito de todas... pero me identifico mas con el viejito... solo porque me pongo muy neurotico con los que hablan en el cine antes y durante la funcion, los que prenden el celular y entorpece con el fulgor de la pantallita, con los padres irresponsables que llevan a niños a ver peliculas de "letritas" o de temas fuerte o que empiezan a llorar y no se salen, con los que contestan llamadas, con los que no paran de hacer ruido al abrir la envoltura de una golosina, a los que hacen ruido al masticar una golosina, a los que hacen ruido cuando se tragan la golosina!!! A los malditos estupidos que se la pasan criticando la pelicula cuando ni ha terminado, a los que se la pasan preguntando a cada rato que que es lo que paso, al imbecil que dice que no le entiende... y muchas otras mas!!!! mmmmm... sep, viejito