martes, mayo 11

El último camino (The road)


No sé ustedes, pero yo me cansé de ver historias del fin del mundo con meteoritos y vistosos desastres naturales, en las que la angustia se centra en huir de las piedras, llamas y demás mamadas.

Es más, ya no quiero quiero que me cuenten cómo termina el mundo, sino qué pasará después.

Esa es justamente la historia que explora Cormac McCarthy en su libro The road (2006), donde un padre y su hijo se encaminan al sur después de que el mundo ha quedado en ruinas y se toparán no con arañas gigantes o extraños mutantes, sino con la mezquindad y miseria humanas. 

La película dirigida por John Hillcoat, que en español lleva el idiota título de El último camino, adapta para la pantalla grande el libro, con muy buenos resultados. Aunque me parece que al principio el personaje del niño no arranca con fuerza, se recupera muy bien y logra transmitir esa ingenuidad que en un mundo así, sólo quien no conoce la luz del sol, puede tener. 

Podríamos sentir lástima por el niño, porque nunca ha convivido con sus iguales, porque su desolada madre prefirió perderse en la nada, porque cuando mira un cadáver su padre le dice 'nada que no hayas visto', porque siempre ha vivido en penumbras, en fin, porque es la personificación de una infancia triste. No obstante lo anterior, sentí más lástima por el personaje del padre, porque él sí sabía lo que eran la brisa y la luz del día, recordaba a su esposa y recordaba que el mundo no siempre estuvo así y eventualmente se había convertido en un ser hostil y desconfiado. Nada peor que haber tenido y no poder olvidar. 

Ahí les va una línea: 

I think it's October but I can't be sure. I haven't kept a calender for five years. Each day is more gray than the one before. Each night is darker - beyond darkness. The world gets colder week by week as the world slowly dies. No animals have survived. All the crops are long gone. Someday all the trees in the world will have fallen. 

La película aún sigue en cartelera, así que no se la pierdan. 
Y si tienen un tiempecito lean el libro, coloreará de gris sus ánimos. 

Lo bueno: Viggo Mortensen fue la mejor opción para personificar al hombre. 
Lo malo: Me pareció buena a secas, ya veremos después si pasa la prueba del añejo. 
Lo feo: Nuevamente, el póster. 


3 comentarios:

Alfonso... dijo...

A mí, por el contrario, me pareció excelente. Acá la explicación: http://palabradomesticada.blogspot.com/2010/05/el-efecto-devastador-de-una-buena.html
abrazo.

MIGUEL ANTONIO LUPIÁN SOTO dijo...

A mí también me pareció muy buena. Es una lástima que hayan retrasado tanto su estreno y que no le hayan dado buena publicidad.

La Rumu dijo...

Milagrazo, Poncho.
Debió ser porque no le puse pausa al libro, que me pareció más devastador que la peli.

Estoy de acuerdo, faltó publicidad.