LA HUÉRFANA
Me gustan las películas cuyos protagonistas son niños malignos, tal vez porque en un niño ese rasgo de carácter nos resulte atípico y contrastante con la idea de un niño que, si llega a ser maldoso nunca llega a ser maldito.
Cuando veo estas pelis soy el equivalente a un hombre viendo un partido de futbol, o sea, me emociono a lo pendejo, gesticulo, me asusto y luego le digo al personaje ¡Voltea, voltea!... Claro que no es posible hacer esto con tooodas las pelis de terror; es cierto, a ese género le resulta un poco más difícil atrapar al espectador avezado.
El caso es que hace un par de semanas vi La huérfana (Orphan, Jaime Collet-Sierra, EAU-Canadá-Francia-Alemania, 2009) y me pareció bastante buena.
En resumen, se trata de una pareja que adopta a Esther como su tercera hija, esperando con ello sanar las heridas de haber perdido al último bebé, cuando en realidad esa niña les hará ver su suerte...
En versión spoiler, se trata de Kate (Vera Farmiga) y John Coleman (Peter Sarsgaard), una pareja que intentan tener un tercer hijo; sin embargo, cuando nace un mortinato (hola Miguel!), se dispara un oscuro detonante en la pareja de sus adicciones, afecciones y secretos.
El velado alcoholismo de Kate (ella tan bella, la recordarán por haber sido el estelar femenino en Los infiltrados) y el quieto desinterés de John, pasan casi desapercibidos al lado de la imagen que proyectan de ser una pareja aparentemente feliz y amorosa, en pocas palabras estable y candidateable para adoptar.
Como les platicaba, la pareja ya tiene dos chamacos pero insisten que la tercera es la vencida, así que acuden a un orfanato (sí, desde la peli de Del Toro también me parecen lugares temibles) a ver qué perrito (¿debí decir niñito?), les hacía ojitos bonitos.
Entonces John se encuentra con Esther (Isabelle Fuhrman), quien con sus moditos victorianos y su correctísima forma de hablar, más sus dotes artísticas termina por echárselo a la bolsa.
... Y tal pareciera que Esther los ha escogido a ellos.
La niña perfecta resulta un extraño estuche de monerías (con olor a formol, ja) ya que además de vestirse como hace décadas lo hacían las damitas, es el vivo ejemplo de la propiedad y la lindura.
Esther tiene predilección por John, cosa que podría parecer natural en ese rollo de los afectos padre-hija; sin embargo, ella está demasiado atenta a él y comienza poco a poco, a sacar de quicio a Kate, quien cargando una supuesta fragilidad producto del último embarazo fallido y el gusto por la botella (mediocremente retratado) parece blanco fácil para Esther, quien poco a poco la hace parecer como una violenta y descuidada madre.
Se cuece aparte la interacción de Esther con otros niños, tanto con sus hermanos Max y Daniel, como con los demás. Cuando no aparenta cuidarlos y quererlos, los fulmina con su castigadora mirada (un poco lugar común, pero que va, lo disfruté). Vale la pena mencionar que la crueldad física y psicológica de Esther con los demás nos deja un par de secuencias que valdrá la pena recordar.
Y en efecto, como decía la frase publicitaria, algo anda mal con Esther, no en vano se negaba a visitar al dentista y es que cuando Kate comienza a indagar acerca del orfanato del que supuestamente salió, se da cuenta que la 'niña' en realidad sólo lo parece y entonces podemos explicarnos cómo cupo tanta maldad en tan pequeño cuerpecito, si es que no se trataba de la hija del mismísimo satán.
A partir de ahí la trama se desdobla entre la Esther que parece y la que es, la que se ve con simple luz y la que se ve cuando se apagan las luces (se lleva las palmas la secuencia en que John entra a la recámara de Esther y, precisamente, apaga las luces).
La furia de la no-niña se deja ver y ocurren mil destrozos, no hay final feliz.
Mención especial merece la actuación de Aryana Engineer, que actúa como la hermana menor de Esther (si esa niña no les da ternura están muertos por dentro, eh).
Tardé mucho con esta reseña (ya postearé con más regularidad), pero si cuando leen esto la peli sigue en cartelera, mi recomendación es que no se la pierdan en pantalla grande.
Y hablando de niños malos y ya que es el mes de la brujería, las lunas y mi cumpleaños, voy con un par más:
LA PROFECÍA (pulgares arriba)
Haré sólo una mención veloz a esta peli (The Omen, Richar Donner, EUA, 1976) que tanto me gusta, entre otras cosas porque:
- El niño protagónico es único, esos ojos destilan maldad y peor aún, maldad que no conoce su propio grado de cabroncicidad.
- La familia que lo acoge no es feliz ni perfecta, sólo rica.
- Deja pistas de que se trata del hijo del diablo, que uno puede ir hilar e ir disfrutando a lo largo de toda la peli... pistas, no pendejadas.
PENDEJADAS, me refería a la versión más nueva de La profecía (The Omen, John Moore, EUA, 2006) que es un remedo de película de terror, donde la cagada consiste justamente en hacer demasiado obvio el número de la bestia, miren la atmósfera de la peli es una cosa horripilante más o menos así:
Madrugada
Interior
6 de junio de 2006
6:00 a.m.
El Sacerdote leía la página 666 de su libro de astrología,
mientras bebía su sexto vaso de leche.
Observa un cuerpo estelar.
Toma un teléfono con forma de 6, marca al Vaticano, la llamada es contestada al sexto timbrazo...
Ven? Demasiado forzado. Por otra parte, el casting que fue un gran acierto en la versión de 1976, se convierte en un error en la de 2006, ni como ayudarla, pero sí hay como ayudarlos a ustedes recomendándoles que no la vean.
3 comentarios:
Hola. Gracias por la publicidad. ¡Jo!
Qué bueno que por fin terminaste este post, al aprecer ya estás un poco más relajada en la chamba.
También me gustó mucho la película, a pesar de que algunos dizque conocedores la despedazaron (sin siquiera verla) argumentando que el secreto de Esther está muy jalado. A mí se me hizo original, a lo mejor si medio jalado, pero su gran acierto es que por más de una hora la película no te suelta y al llegar al secreto es totalmente creíble.
Los niños son tan terroríficos porque siempre los imaginamos puros, libres de cualquier maldad... ¡Error! Son medio sádicos y malignos.
Creo que ya no está en cartelera, pero búsquenla una vez que salga a la rento o venta, y no dejen que les cuenten el secreto de Esther.
Jíjole chicos... a mi no me gustó la huerfanitaaaaa... La revelación del mentado secreto de la huerfanita Esther de veras que me puso mal, mal, mal; hasta me puse a investigar sobre la condición que supuestamente padece y nada que ver. Creo que para muchas pelis aún soy rehén de la verosimilitud...
Y si, el tema de los chamaquitos sádicos y malditos me encanta: los chavillos del Orfanato me asustaron harto y las gemelitas fantasma del Resplandor ni se diga... un momento... esos chavitos ¡están muertos! (por lo menos en las películas donde salen) Tendré que buscar más pelis de chavitos vivos que sean horrorientos...
Un saludo, n.
Yo sí la disfruté harto, aunque si me imaginé lo del "giro de tuerca"-mi lic- que tiene me gustó mucho como controlaba a todo el mundo. Lo qeu no soportaba eran las decisiones de la mamá como ponerse toda histérica en lugar de intentar explicar lo que ella sabía o la peor: en lugar de correr hacia la policia se metió más al bosque sin razón aparente para que otra vez la emboscara esther. Aunque tal vez el director quería a una ama de casa medio idiota, en ese caso le salió perfecto.
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