martes, junio 30
De bicicletas y votos
lunes, junio 22
Porque pixar sí piensa en mí
Porque Disney Pixar sí piensa en mí, incluye muertos y tragedias en sus películas.
En UP, su última entrega, hacen gala de una historia que disfruté tanto como la maravillosa animación en 3-D.
Charles Muntz, un explorador setentero, solía salir en busca de exóticas especies en exóticos lugares como sólo la *salvaje* América del Sur puede tener. Su pasión y su aventura son el sueño de Carl, un niño ñoñito y reservado que un día conoce a Ellie, una niña hiperactiva y parlanchina con quien comparte los mismos sueños de aventura (me recordó aquella escena en que Amelié y Nino, se medio salen por las ventanas de sus recámaras con un espejo en la mano para que jugar con los reflejos de la luna).
Que Carl y Ellie se casan y viven tan Happy together, que la vida por momentos parece resplandeciente a pesar de las desventuras que forzosamente ocurren, ya que el secreto está precisamente en ese happy together (la secuencia inicial es una chulada).
Que, después de perder un bebé nonato, viven deseando viajar a las Cataratas No-sé-qué-chingaos y para ello hacen una especie de fondo de ahorros que continuamente se vacía para solventar las necesarias urgencias que se pintan solas lo más recurrentemente posible tanto más se desea la otra cosa.
Aquí viene el giro interesante: que lo inamovible de un deseo irrealizado lo convierte en frustración, en cambio si se es flexible, las circunstancias solitas acomodan crean nuevas expectativas. Para Carl la cosa siempre había estado en las cataratas, después de todo eso era lo que estaba anotado, ¿no?; para Ellie lo fue el día a día de la vida al lado de Carl. Ahí estuvo la aventura.
Ahora todos hagan ahhh. No se la pueden perder. Por cierto, el corto que pasan al inicio es bastante bueno.
También ví de nuevo Mi gran boda griega, de Joel Zwick (Estados Unidos - Canadá, 2002) y me reí horrores recordando:
- What do you mean he don't eat no meat?
[the entire room stops, in shock]
Oh, that's okay. I make lamb.
- What is wrong with Toula going to school downtown?
There is drugs downtown!
- My dad believed in two things: That Greeks should educate non Greeks about being Greek and every ailment from psoriasis to poison ivy can be cured with Windex.
- Give a word, any word and I’ll show that the root of that word is greek.
jueves, junio 18
Sin título
miércoles, junio 17
I'm mister lonely
La peli (E.U., Inglaterra, Francia, Irlanda, 2007) de Harmony Korine (sí, el mismo de Kids) plantea una pregunta (o una respuesta): ¿Cómo es el día a día de los imitadores que han suplantado su vida por la de ese personaje? ¿Cómo se intenta vivir deliberadamente la vida de otro con sus expresiones, gestos y manías pero sin su originalidad? Así no queda más remedio que hacer sketches callejeros y entretener ancianos. Al menos así pinta la vida para Michael.
Los atuendos brillositos, la cara de pulmón colapsado, el cabello negro y lacio y la tez pálida le dan una identidad, que hasta el momento no ha encontrado raíz, hasta que conoce a Marylin Monroe, quien la lleva a una castillo escocés donde conoce a otro montón de imitadores, incluido Chaplin, esposo de
Narcisista: encuentro la identidad entre aquellos que se me asemejan.
Todo parece un collage bizarro. Una fiesta donde concluyen Michael Jackson,
Pareciera que eso sólo ocurre en el extremo de la caracterización, pero ocurre frecuentemente que la adopción de personajes, pasando desde el típico cool, hasta el reservadísimo, no deja mucho espacio para mostrar las caras originarias.
Dejando la chaqueta mental atrás, sigamos con la peli que, insisto, tiene secuencias muy vistosas (por momentos me recordó a Elefante de Gus Van Sant), un gran diseño de arte y fotografía pero no logra cujar del todo y se mueve entre una cosa verdaderamente buena y otra wannabe. Vale la pena verla, échenle un ojo.
Luego vi Más negro que la noche (México, 1975) de Carlos Enrique Taboada. Muy buena. Muy típica: narra la historia de la típica tía rica que vive típicamente sola con su mascota, el típico gato negro, más negro que la noche, el cual parece ser el único dueño de sus afectos.
Cuando la tía muere hereda todo a su sobrina Ofelia (Claudia Islas), con la típica condición de que cuide a su gato Bequer.
En la típicamente macabra casa, vive una típica sirvienta siniestra, de mirada dura y que fue absolutamente leal a la refinada dueña de la casa.
Ofelia se muda a la casa con tres amigas no muy afectas a los gatos que, por supuesto, poco hacen por cuidarlo, así que cuando Bequer muere, la furia de la extinta tía cae sobre las muchachitas.
Una maravilla ver a Claudia Islas, Helena Rojo, Susana Dosamantes y Lucía Méndez hace 30 años, jovencitas, lozanas y sin cirugías (ah como ha cambiado
Siempre me hace bastante gracias ver la mochería mexicana haciendo de las suyas en la pantalla, como si de veras… y ya saben, entre mujeres de pícara coquetería pero que se dan a respetar transcurre la poco más de hora y media que dura la peli.
lunes, junio 15
miércoles, junio 10
Verano fatal
Los días duraban años,
entre tus ojos y el mar.
Las noches duraban siglos,
entre tus gritos y el bar.
Fue un verano fatal.
-Prietto viaja al cosmos con Mariano-
¿Y qué de esas miradas que se encuentran en el calor de la noche?
¿Qué de las borracheras que en apariencia existen sólo para aliviar el calor aunque en realidad signifiquen una invocación?
Momento en que la comodidad de ayuntarse juntos, hace imaginar que los días duran años y los susurros hacen eco durante muchos veranos más.
¿Y qué, si llega como un temporal?
¿Y qué, si con su mismo nombre anuncia la fecha de caducidad?
Qué va, ya llegará el invierno.
martes, junio 9
La última vida en el universo
miércoles, junio 3
Las flores del cerezo /El bueno, el malo y el feo
lunes, junio 1
Primitivismo político
Conste que no es apología a ningún partido, pero ahí les va una ENORME diferencia en la práctica práctica entre PRI y PAN:
1. Preparar el documento de la panista fue un bomberazo, encargo especial, como si de veras fuera algo gravísimo.
A la audiencia llegué con anticipación, no fuera siendo que el pinche tráfico se pusiera feo y yo no llegara… entonces mi cabeza rodaría.
La gente suele ponerse nerviosa en esos momentos y por eso llegan antes o al menos son bastante puntuales; ella no, parece que le valió madres y llegó 15 minutos después, tan fresca. No estaba agitada ni llegó corriendo, se bajó del auto (oficial, of course) con chofer que traía. Me saludó muy amable, corrijo, MUY fresamable. No dijo nada de su retraso, ni me atosigó con preguntas nerviosas. Recuerdo muy bien que me preguntó antes de treparnos al elevador tuvimos esta conversación:
Panista: ¿Qué estás leyendo?
Rumu: ‘Al filo de la navaja’
P: Ah, mi mamá también tiene de esos libros, los reconozco porque tienen la letra muy chiquita.
R: Ah, mmm sí… Qué bonita bolsa traes.
Mientras preparaban la audiencia, los de la contraloría se ocupaban de que la panista no se aburriera y le entraron al small talk político. Luego de disculparse (sí, disculparse, háganme el cabrón favor) por tener que llevar a cabo el procedimiento que era pedido por el sistema (no El sistema, eh, sino el sistema informático de función pública) empezó la cosa. En algún momento la joven panista dijo ‘o sea, les agradezco mucho las atenciones, pero o sea, en serio persigan a los que verdaderamente roban, no a mí, yo me iba a casar, me fui de luna de miel y se me olvidó la declaración, tenía la cabeza en otro lado y la verdad es que deberías estar buscando a la que gente que ha robado. Todo en un tono bieeeeen fresa.
2. Con la priísta fue distinto. El escrito fue hecho con tiempo, nada de urgencias locas. Para la audiencia, ella y su papá pasaron por mí, para que yo no me molestara en manejar. La susodicha había sido citada por la misma razón de la declaración patrimonial. En esa contraloría no recibieron llamadas desde lo alto, así que nos atendieron muy amables pero no zalameros. La sujeta era amable y calladita, niña de papi. Ahora, el papi era todo un caso, en el camino me estuvo contando divertidas anécdotas y luego tocamos el tema político sin que pareciera conversación de señoras. Simpático el tipo, parecía cocodrilo.
La audiencia fue normal. En este asunto, la sanción, por ley, debía ser una multa de un mes de salario. Obviamente le pregunté si no podía cambiar la multa por una sanción administrativa. No se puede, licenciada (odio que me digan licenciada o lecenciada, con tonadita incluída), así lo dice textualmente la ley. Ni modo, pero tenía que hacer el intento, le contesté. Luego fue por la impresión del documento, afuera de su oficina. El papá de la priísta, que había estado presente en todo momento, velando por su treintañera cachorrita se le acercó. Ya no supe que pasó pero regresando, ella le dio un papelito.
Salimos, y ya estando en el carro, papá priísta nos dijo:
Me acerqué cuando fue por el documento y le pregunté lo mismo que tú y me salió con eso de que no se podía. Yo le dije, ya sé que no se puede pero, ¿Quién se va a dar cuenta si le quita un cero? Como si fuera un error de dedo, ¿Quién lo podría notar? Y se quedó pensando, y pensé de aquí la agarro: ándele, la infracción o la cosa esta fue muy simple, écheme la mano y sirve que le toca una parte, pues de que se la quede quién sabe quién a que esté en sus manos, mejor en sus manos, ¿no? Y por eso cuando entró a su oficina me dio un papel con el número de su oficina, para que le llame para ver cómo va la resolución. Tú te tienes que portar honesta, es tu papel, a mí me toca lo otro.
Maeeeeestro! Más claro ni el agua.
En los dos hay corrupción, lo sé, pero qué va, no se comparan uno y otro, la forma discreta y tratando de convencer del segundo contra las críticas, ciertas y frontales, pero faltas de forma de la primera.
No estoy de acuerdo con que el extraño retorno del PRI sea la opción, pero con cosas como esta queda en evidencia que el primitivismo político del PAN no ayuda ni tantito.
¿Y la tercera vía?